Del Candidato Tapa al Candidato Afiche:
Por: Oliver Rivas
Entre las muchas piruetas, artificios y maromas que la oposición extremista en Venezuela ha ideado con tal de "medio jugar" a lo institucional y "medio jugar' a la insurrección (como bien enseña el manual del perfecto golpe de Estado), en puertas de unas presidenciales, ha sido realmente creativa. Inhabilitada la operadora del Pentágono estadounidense, ignorada su sucesora octagenaria por los mismos partidos, entonces, ha recurrido a validar a un llamado "candidato tapa".
Este "candidato tapa", no es sino producto de un forzado consenso circunstancial sobre el "menos odiado".
De pronto, el "candidato tapa" pasó a ser rápidamente "candidato afiche". Puesto que en acto de descaro, la operadora del facismo tercermundista asume que el "candidato tapa o afiche", no tiene que hacer campaña, porque está claro que es de mentira, de apariencia, no debe ofrecer nada, ni mostrar programa de gobierno, que es solo la máscara de una táctica para burlarse de la justicia, de cualquier dictamen del Estado venezolano y hasta de sus propios electores.
A ese nivel de política de baja ralea llega esta decadencia del extremismo mayamero- venezolano. En realidad hay dos cosas ciertas sobre ésto:
1. Que mucho no se puede esperar de esa dirigencia. Eso no pasa por ser chavista, alacran o cualquier conjugación maniqueísta y chantajista del común, sino por ser objetivar su práctica histórica.
2. El real asunto a evaluar es qué puede estar pasando por la cabeza de alguna gente (cada vez menos), que le puede hacer algún caso e incluso le parece bien este nivel decadente. Es lo que debemos sanar como sociedad y no es solo una tarea de la oposición en sus versiones y matices.
Las fuerzas progresistas que en sus muchos enfoques sostienen la candidatura de Nicolás Maduro como cauce para derrotar a la fuerza de ocupación de EEUU - OTAN (que es lo que realmente está en juego), también deben/debemos ver cómo:
1. Convertimos esta batalla en batalla de ideas/emociones y no solo marketing, aunque tiene mucha importancia en la propaganda sin duda.
2. Se recupera la confianza del electorado, que entre el veneno del adversario y las traiciones internas, tiende a ser descreído, escéptico y por tanto, se desmoviliza.
3. Combatir los oportunismos como forma de ascenso político, más saldos organizativos y de transformación social, menos selfies con figuras, shows, puestas en escena sin impacto real, poses, etcétera.
4. Se entiende más objetivamente que mantener a Nicolás Maduro no es sólo la continuidad de un gobierno, sino además, la posibilidad de seguir disputando las transformaciones y el proyecto que elegimos, por encima de otras contradicciones que son reales pero para el momento subalternas.
5. En otras palabras, cómo hacemos síntesis de las _razones - fuerza_ que tenemos para apoyar a Nicolás Maduro, que lo hacen merecedor de liderar la transición bolivariana y gritar a los cuatro vientos cómo -con todos los desafíos y errores humanos- justamente si algo no somos es una "candidatura-afiche". Somos una candidatura-calle, una candidatura-alegría, una candidatura-lucha, una candidatura-crítica y auto-critica, candidatura-pueblo irredento en su diversidad.