cookie

Sizning foydalanuvchi tajribangizni yaxshilash uchun cookie-lardan foydalanamiz. Barchasini qabul qiling», bosing, cookie-lardan foydalanilishiga rozilik bildirishingiz talab qilinadi.

avatar

EL ESCUDO CATÓLICO

Contenido católico de calidad. «Me he cansado ya de ser moderno, ahora quiero ser eterno»

Ko'proq ko'rsatish
Reklama postlari
1 020
Obunachilar
Ma'lumot yo'q24 soatlar
+17 kunlar
+1130 kunlar

Ma'lumot yuklanmoqda...

Obunachilar o'sish tezligi

Ma'lumot yuklanmoqda...

Photo unavailableShow in Telegram
#IMÁGENES #CASTIDADYMATRIMONIO
Hammasini ko'rsatish...
7
CASTIDAD Y MATRIMONIO "Transcribimos (…) unas palabras de C. S. Lewis [que aplicamos para quienes se quedaron atrapados en el gozo del «enamoramiento», y no han sabido descubrir las nuevas emociones del amor-tranquilo]: «Es sencillamente inútil intentar conservar las emociones fuertes: eso es lo peor que se puede hacer. Dejad que esas sensaciones desaparezcan -dejad que mueran-, seguid adelante a través de ese período de muerte hacia el interés más sosegado y la felicidad que lo suceden, y descubriréis que estáis viviendo en un mundo que os proporciona nuevas emociones todo el tiempo. Pero si decidís hacer de las emociones fuertes vuestra dieta habitual e intentáis prolongarlas artificialmente, se volverán cada vez más débiles y cada vez menos frecuentes, y seréis viejos aburridos y desilusionados durante el resto de vuestra vida. Precisamente porque hay tan poca gente que comprenda esto, encontramos muchos hombres y mujeres de mediana edad lamentándose de su juventud perdida a la edad misma en la que nuevos horizontes deberían aparecérseles y nuevas puertas deberían abrirse a su alrededor. Es mucho más divertido aprender a nadar que seguir interminablemente (y desesperadamente) intentando recobrar lo que sentisteis la primera vez que os mojasteis en la orilla de pequeños». Mientras preparaba este trabajo tuve la suerte de tener dos encuentros. Uno con José María, un amigo al que no veía desde su boda, cinco años atrás. «¿Qué tal va?» «Cinco años, y no acabo de descubrirla; es fantástica, y tiene la virtud de no dejar de sorprenderme; continúo encontrándole cosas nuevas», fue su respuesta. Claramente hablaba en un plano no físico -las novedades en ese orden fueron descubiertas enseguida-; mi amigo había aprendido a nadar en ese mar infinito que nos ofrece cualquier espíritu humano que abre su intimidad. El segundo encuentro fue más anónimo. Daba una sesión sobre estas cuestiones a un grupo de personas con cierta edad y experiencia. Uno intervino espontáneamente: «Llevo veinte años casado, y pienso que ahora es cuando empiezo a amar a mi mujer. Lo de antes..., no, me doy cuenta ahora de que aquello no era amor». ¿Qué alimenta el amor-tranquilo? El amor-tranquilo es omnívoro: todo lo que constituye la vida normal puede ser alimento bueno. Todo: lo positivo y lo negativo. Se alimenta de palabras, de compras, de necesidades, de ver la tele, de ir al médico, de paseos... Del mismo modo que se alimenta de discusiones, de aburrimiento, de malentendidos, de fallos propios, de fallos del otro, de manías y de preferencias. Podríamos decir que el amor dispone de un aparato metabólico que es capaz de convertir en alimento incluso lo que de por sí es nocivo (…)" "Construir el amor" - Padre José Pedro Manglano #CASTIDADYMATRIMONIO
Hammasini ko'rsatish...
4
Photo unavailableShow in Telegram
#IMÁGENES #PROBLEMAMAL
Hammasini ko'rsatish...
9👍 2
LA FELICIDAD "Séneca apreciaba en mucho el dominio de uno mismo, y lamentaba que las personas se dejaran esclavizar por sus propias pasiones. En sus escritos solía poner como ejemplo de esta degradación a Alejandro Magno: «Alejandro devastaba y ponía en fuga a los persas, a los hircanos, a los indios y a todos los pueblos que se extendían por el Oriente hasta el océano, pero él mismo, unas veces por haber matado a un amigo, otras por haberlo perdido, yacía en las tinieblas, lamentando ya su crimen, ya su soledad, y el vencedor de tantos reinos y pueblos sucumbía a la ira y la tristeza. Porque se había comportado de modo que tenía potestad sobre todas las cosas, pero no sobre sus pasiones. En qué gran error están los hombres que desean llevar su dominio más allá de los mares y se consideran muy felices si obtienen guerreando muchas provincias y añaden otras nuevas a las antiguas, sin saber cuál es el reino más grande e igual al de los dioses. Dominarse a sí mismo es el mayor de los imperios. ¿A quién puedes admirar en mayor medida que a quien se gobierna a sí mismo, a quien se mantiene bajo su propio señorío? Es más fácil regir naciones bárbaras y rebeldes que contener la propia alma y entregarla a uno mismo.» Tenía razón Séneca al decir que gobernarse a sí mismo es el gobierno más difícil y necesario. Un gobierno que resulta imprescindible para ser buena persona, pues es utópico querer ser generoso y preocupado por los demás si no se pone empeño en tomar las riendas de las propias apetencias. Quien se deja dominar por ellas, quizá desee de corazón el bien a los demás, pero al final, la mayoría de las veces acabará poniendo por delante sus deseos e intereses, y será una persona poco de fiar. Una voluntad debilitada es incapaz de dirigir bien la propia vida. Dejarse arrastrar por los vientos de la pasión no es libertad, porque no lleva a hacer lo que uno quiere, lo que realmente le da la gana, sino lo que espontánea y trivialmente le viene en gana. Por eso es preciso formarse a uno mismo para poner pasión en lo bueno y sentir desagrado por lo malo: eso será señal de que la libertad va calando y dejando poso en el propio cuerpo. El alumno que pregunta cuando todos callan; o que da un paso al frente cuando se pregunta por los responsables de un destrozo; o que es capaz de mantener la opinión o el comentario contracorriente, o asumir la cuota de impopularidad que casi siempre suponen las decisiones difíciles; el que sabe decir que no de forma razonada y constructiva al jefe, al hijo adolescente, o al grupo, eludiendo la fácil opción de agradar cuando eso supone claudicar; todo eso, aunque cueste, va asentando una coherencia de vida y un carácter maduro. Sin ejercitar ese músculo de la voluntad, el talento se malogra y se pierde. (…) Hay [también] que convivir siempre con la conciencia de la propia debilidad, sabiendo que cualquier persona, en determinadas horas de su vida, y pese a su voluntad y su conciencia del deber, puede sentirse indefensa (…) Son momentos de gran turbación para quienes experimentaban cierto goce en juzgarse más fuertes, más morales y más rectos que los demás. Pero para todos son momentos que nos ayudan a comprender mejor a los demás, a contar más con ellos, y (…) a contar también más con la ayuda de Dios." “Carácter y acierto en el vivir” - Alfonso Aguiló Pastrana #FELICIDAD
Hammasini ko'rsatish...
4👏 2👍 1
Photo unavailableShow in Telegram
#IMÁGENES #BENEDICTOXVI
Hammasini ko'rsatish...
👍 5 3
ARTÍCULOS VARIOS "Muchos son los que se quejan de no poder estar jamás solos, de no encontrar jamás la posibilidad del indispensable recogimiento. Lo peor es que, por la fuerza de la costumbre, muchos hombres y mujeres de esta época se han vuelto psíquicamente incapaces de estar solos y por lo tanto de recogerse, de tomar conciencia de su verdadera situación en el mundo. Experimentan la imperiosa necesidad de ir al cine, al café o al baile, no porque tengan deseos de ver una película, beber una copa o bailar, sino sencillamente porque la vida lejos de la baraúnda se les ha hecho insoportable. Durante las vacaciones les es "absolutamente" necesario ir a los mismos lugares donde va "todo el mundo", plantar su tienda allá donde ya se encuentran plantadas centenares de otras tiendas, aun cuando les sería posible acampar tranquilos no lejos de allí, en un lugar más solitario. Parece pues que el hombre jamás ha estado menos solo que en esta época, que si hubiera que compadecerlo sería, más que por su soledad, por su falta de soledad. En realidad, la paradoja es sólo aparente; no hay contradicción entre la soledad psicológica y la ausencia física de soledad. En ninguna parte, efectivamente, se encuentra el hombre más total y dolorosamente solo que entre la multitud y la baraúnda. Los eremitas retirados al desierto están infinitamente menos solos que los habitantes de nuestras grandes ciudades, que se codean sin cesar en los ómnibus, los subterráneos, los cinematógrafos y los bailes. Para no confundir el aislamiento físico del ermitaño con la soledad moral del ciudadano, con frecuencia nos serviremos, para designar esta última, del término incomunicación. Para poner fin a la incomunicación no basta de ningún modo romper el aislamiento físico zambulléndose en la muchedumbre anónima. Lo trágico en la condición del hombre moderno, lo que constituye su soledad, es la ausencia de diálogo, de comunicación espiritual con el prójimo. El ermitaño en su desierto puede comunicarse con Dios por la oración, y por el pensamiento con todos los que le son queridos, con la humanidad entera, si su capacidad de amor ha alcanzado las dimensiones de ésta. El solo no dialoga, no se comunica con nadie. Lo más grave es que a menudo se vuelve radicalmente incapaz de verdadera comunicación existencial, de la que, por lo menos conscientemente, no experimenta ninguna necesidad. En el curso de mi práctica psicoterápica me ha acontecido con frecuencia tener que alentar a hombres que vivían en una total soledad, a buscar la comunicación con sus semejantes, porque me parecía el único medio de preservarlos de la enfermedad psíquica grave. Bastante generalmente he chocado con la negativa: el paciente declaraba que tenía horror a los demás, que en ninguna parte se sentía más a gusto que cuando podía permanecer solo. Y, sin embargo, cada vez que me ha sido dado penetrar más profundamente en el psiquismo de tales enamorados de la soledad, se estableció que inconscientemente sufrían a causa de ésta, que su sentimiento de infelicidad y su visión pesimista de la humanidad y de la vida estaban condicionados por ella. Sin ser conscientes de ello, es no obstante la comunicación afectiva con los demás lo que buscan casi todos los que llenan los cines, los bailes, los cafés y otros lugares públicos. Y los que se llaman misántropos y se encierran en su habitación con la sola compañía de su gato o su canario, reprochan además inconscientemente a los hombres el que no los hayan acogido.” "Psicoanálisis de la amistad" - Padre Ignace Lepp #ARTÍCULOSVARIOS
Hammasini ko'rsatish...
4👍 2
Photo unavailableShow in Telegram
#IMÁGENES #FULTON
Hammasini ko'rsatish...
13
PERFECCIÓN ESPIRITUAL "El hermano del gran siervo de Dios Tomás de Kempis preciábase de haberse edificado una muy bella casa. Uno de sus amigos le dijo que notaba en ella un grave defecto. «¿Cuál es?» -le preguntó aquél-. «El defecto -respondió el amigo- es que habéis hecho en ella una puerta» «¡Cómo! -dijo el dueño de la casa- ¿la puerta es un defecto?» « -replicó el otro- porque por esa puerta tendréis algún día que salir, ya muerto, dejando así la casa y todas vuestras cosas.» La muerte, en suma, despoja al hombre de todos los bienes de este mundo... ¡Qué espectáculo el ver arrojar fuera de su propio palacio a un príncipe, que jamás volverá a entrar en él, y considerar que otros toman posesión de los muebles, tesoros y demás bienes del difunto! Los servidores le dejan en la sepultura con un vestido que apenas basta para cubrirle el cuerpo. No hay ya quien le atienda ni adule, ni, tal vez, quien haga caso de su postrera voluntad. Saladino, que conquistó en Asia muchos reinos, dispuso, al morir, que cuando llevasen su cuerpo a enterrar le precediese un soldado llevando colgada de una lanza la túnica interior del muerto, y exclamando: «Ved aquí todo lo que lleva Saladino al sepulcro.» Puesto en la fosa el cadáver del príncipe, deshácense sus carnes, y no queda en los restos mortales señal alguna que los distinga de los demás. Contempla los sepulcros -dice San Basilio-, y no podrás distinguir quién fue el siervo ni quién el señor. En presencia de Alejandro Magno, mostrábase Diógenes un día buscando muy solícito alguna cosa entre varios huesos humanos. «¿Qué buscas?» -preguntó Alejandro con curiosidad-. «Estoy buscando -respondió Diógenes- el cráneo del rey Filipo, tu padre, y no puedo distinguirle. Muéstramelo tú, si sabes hallarle.» Desiguales nacen los hombres en el mundo, pero la muerte los iguala (Impares nascimur, pares morimur), dice Séneca. Y Horacio decía que la muerte iguala los cetros y las azadas. En suma, cuando viene la muerte, finis venit, todo se acaba y todo se deja, y de todas las cosas del mundo nada llevamos a la tumba. […] Llaman los mundanos feliz solamente a quien goza de los bienes de este mundo, honras, placeres y riquezas. Pero la muerte acaba con toda esta ventura terrenal (…) Aquel prepotente, hoy tan alabado, tan temido y casi adorado, mañana, cuando haya muerto, será despreciado, hollado y maldito. Con la muerte hemos de dejarlo todo." “Preparación para la muerte” - San Alfonso María de Ligorio #PERFECCIÓNESPIRITUAL
Hammasini ko'rsatish...
4👍 3
Photo unavailableShow in Telegram
#IMÁGENES #MESSORI
Hammasini ko'rsatish...
👍 7
ARTÍCULOS VARIOS “En el fondo de toda educación ha de estar la idea de Dios. Si no se edifica sobre esta piedra angular, es lo mismo que edificar sobre arena: el edificio se derrumbará al primer empuje del vendaval.. (…) Los impíos mismos reconocen la importancia del Catecismo (…) Así vemos, por ejemplo, a Diderot (…) que sin atreverse a confiar a nadie la educación de su hija María, de 10 años, se encargó de enseñarle personalmente el Catecismo. Uno de sus amigos, M. Beauzée, lo sorprendió en cierta ocasión dando sus lecciones: «¡Cómo! -exclamó- ¿tú le enseñas el Catecismo a tu hija? ¿Te estás burlando?» Diderot que quería ser impío con sus amigos, pero no en presencia de su hija, frunció las cejas y respondió severamente: «Si yo conociese un libro mejor para hacer de María una niña respetuosa y tierna, buena mujer y digna madre, se lo enseñaría; pero a la verdad, que en el mundo no conozco más que el Catecismo que le pueda enseñar todo esto: ¡ojalá que, para felicidad suya y mía, crea, ame y practique cuanto en él se indica». (…) La joven debe conocer bien el Catecismo de la doctrina cristiana que es un compendio del Evangelio. Mas esto no basta. En estos tiempos en que la perfidia y la ignorancia libran rudos ataques contra la Fe, es necesario que la joven se prepare para la defensa propia y de la Iglesia, pertrechándose con las armas de una instrucción más sólida y fundamental. Por tanto deberá estudiar los Fundamentos de la Fe y al menos alguna Obra apologética. Hagamos nuestras las palabras de Renato Bazin: “Si yo tuviera en este momento, cerca de mí, una jovencita candorosa, una de esas buenas voluntades que no se hallan a cada paso, aun en la juventud, le diría: cualquiera que sea tu vocación, ya sea que te cases, que te quedes soltera, o que te hagas religiosa, estudia profundamente tu religión. ¡Tendrás que dar tantos consejos, que destruir tantos argumentos falsos, que disipar tantas ignorancias, que sostener tantas debilidades!» (…) León XIII dirigía estas palabras a las alumnas del Sagrado Corazón, en Roma: «Estudiad con asiduidad y empeño; enriqueced vuestras inteligencias con útiles y sólidos conocimientos, que habiliten a la joven para cumplir dignamente sus deberes en la sociedad: pero prestad atención particular a la enseñanza religiosa. Esta enseñanza debe ser sólida y profunda, aunque acomodada a la mujer: porque así la necesita la condición perversa de nuestro tiempo. Adquirid conocimientos prácticos de nuestra amada religión para oponerlos a la propagación del error». El abate Sertillange, en un Congreso celebrado en honor de Juana de Arco, en 1904, se expresaba así: «No puedo menos de afirmar, en general, que la instrucción religiosa de las jóvenes es deplorable. Se les habla a la imaginación, a los sentidos y se les inculca cierta bondad más o menos superficial, pero las convicciones sólidas, claras, sometidas discretamente a prueba y contradicción, no las conocen... ¿De qué sirve que lleven muchos escapularios y medallas pendientes del pecho, ofrezcan flores a la Virgen, hagan Ejercicios, si carecen de conocimientos arraigados y a la menor dificultad, están en peligro de claudicar en la fe por falta de solidez y apoyo interior?» Lagardére añadía: «Confieso avergonzado, que en estos tiempos de controversia y crítica, hemos continuado en la enseñanza con el método de las simples afirmaciones, sin ningún género de pruebas. No hemos tenido valor para someter la inteligencia de las jóvenes al viril ejercicio de la discusión. He aquí porqué hemos formado corazones que creían creer; y que han cesado de creer al respirar en la sociedad un aire nada puro, para el cual sus pulmones no se habían educado».” “El libro de la joven - Preparación moral de la joven para la vida" - Bernardo Gentilini LEER LIBRO #ARTÍCULOSVARIOS #CASTIDADYMATRIMONIO
Hammasini ko'rsatish...
❤‍🔥 4