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Hoy el El Salvador es el país que construye más casas, estadios, colegios y hospitales. Y lo hace utilizando la mano de obra de los presos. Los antiguos pandilleros rehabilitados son nueva fuerza laboral del país. Y de esta manera, empiezan a reparar el daño causado a la sociedad. Esta innovadora medida forma del plan Cero Ocio, implementado por el presidente Bukele. Todos los días 3 mil presos salen a la calle para ejecutar todo tipo de trabajos productivos. Esta es la mejor forma de reinsertarse en la sociedad. Con trabajo honesto. Como su nombre lo indica, hoy El Salvador tiene Cero Ocio. Los presos han cambiado las pistolas y cuchillos por carretillas, escobas y bolsas de basura. Por ejemplo, para Juegos Centroamericanos y del Caribe de mitad de año, 500 convictos. fueron enviados a trabajar en la construcción de los nuevos estadios y pistas deportivas. Mientras que en las prisiones de mujeres se confeccionaron los uniformes para los jóvenes de las academias deportivas. De esta manera, los reos pagan sus propia estancia en la cárcel. y aprenden a hacer algo productivo por el país. Ver a antiguos delincuentes trabajando por sus compatriotas, construyendo en lugar de sembrar destrucción, es una inyección de esperanza para los salvadoreños. Los antiguos pandilleros ahora salen a borrar los grafitis. que ellos mismos pintaban cuando formaban parte de la pandillas. ¿Pero cómo funciona el Plan Cero Ocio?. Los recluso que muestran una conducta ejemplar entran en una FASE DE CONFIANZA. La cual les permite salir por turnos primero de 4 y después de 8 horas. Son enviados a las zonas más pobres del país. para apoyar con labores de limpieza. Eso sí, bajo una extricta vigilancia militar en todo momento. Como una recompensa, todos los días que salen a trabajar son días restados a su condena. de tal manera que a más labores ganarán su liberán mucho antes. Pero lejos de quejarse, los presos son los primeros en alegrarse. de poder contribuir a la sociedad. En cuestión de semanas, se acostumbran al trabajo honrado y no vuelven a delinquir. Por ejemplo, otro grupo de 500 presos está encargado de construir pupitres para los colegios. Los reclusos que fabrican el mobiliario escolar han sido capacitados en metalmecánica y carpintería. Aquí una muestra de las sillas y carpetas elaboradas en las cárceles, que benefician a miles de niños salvadoreños. Pero las labores pueden ser tan variadas como arreglar pistas, limpiar playas, recoger la basura, reparar hospitales y construir casas para los pobres. Incluso, pintan y barren las instalaciones de museos y parques nacionales. En El Salvador de Bukele siempre hay algo que hacer. De igual manera, los municipios pueden solicitar el apoyo de reos. para obras de mantemiento, construcción o limpieza. Unos días después llega un convoy cargado de prisioneros. Ellos mismos se ofrecen como voluntarios, y siempre hay presos esperando su turno. Por si fuera poco, ante una emergencia nacional los prisioneros son los primeros en salir. Por ejemplo, este año salieron 300 reclusos para realizar jornadas de fumigación. como parte de la campaña contra el mosquito del Dengue. Las mujeres no se quedan atrás. En sus centros penitenciarios ellas mismas cultivan, cosechan y cocinan sus propios productos. Además, crian animales de corral como cerdos, conejos y gallinas. Aquí se produce la comida para todos los panales. De tal manera que las prisiones en El Salvador se han vuelto autosostenibles. El plan Cero Ocio también incluye terapias de rehabilitación. orientación vocacional y talleres de formación profesional. para que cae reo pueda encontrar su vocación antes de salir de la cárcel. Pueden aprender diversas profesiones como soldadur, costura, gastronomía, metalurgia, carpintería, etc. Y no solo aprenden nuevos oficios sino que salen de la cárcel con experiencia en esos oficios. Ah, y a partir de ahora, también podrán concluir o iniciar una carrera universitaria. Bukele ha firmado un covenio para que las universidades dicten carreras como administración de empresas, mecánica y construcción. Los…