Surfing the Kali Yuga

Cada cosa en su sitio.

Entre el deshonor y la guerra elegisteis el deshonor, ahora tendréis la guerra.

Pero tendremos música. https://youtu.be/tmEX1E-p7dk?si=TKvCV53sjhcmJVOa

Síguelos .... a los que se comen la vida a puñados, a los locos por vivir, por hablar, locos por salvarse o condenarse, los que nunca bostezan ni hablan de derrota. Los que arden.

Aportaciones del mundo moderno. Basura con piernas.

Si hay algo que nos mantiene vivos es la identidad juvenil y su música. Una forma de hacer llegar el mensaje étnico, que exige el etno-Estado, a través del puente hacia las masas.

Cartel de propaganda en Francia.

#

LansquenetsPic 🏴🏴🏴

Against the homopropaganda

🔴Les Lansquenets🔴

“Más allá de todo, en el fascismo existe un sentimiento del mundo, un cierto estilo de vida, una manera particular de vivir la existencia. En el fascismo hay, antes que la política, una dimensión estética, simbólica y existencial, hay un cierto saber hacer aristocrático dedicado al pueblo, que decanta el espíritu cultivando el cuerpo, que trae la muerte triunfante al vivir la vida al máximo. , experimentando la libertad dentro de la comunidad. Ser fascista es algo casi indefinible, un quid, una mezcla de activismo, juventud, combatividad, misticismo. Ser fascista es tener una apariencia sobria y relajada, trágica y alegre, es poseer un deseo de grandeza, de poder, de belleza, de eternidad, de universalidad. Significa adherirse a una lógica de fraternidad, camaradería y comunidad. Ser fascista es ser consciente de un destino y tener las ganas descaradas de afrontarlo, tener la capacidad de vivir plenamente en la banda, en el equipo, en el clan y saber elevar este vínculo al nivel. de la nación y el imperio. Ser fascista es tener 17 años de por vida. Es superarte a ti mismo, es darle forma a ti mismo y al mundo. Ser fascista es disfrutar escandalizando a los moralistas, a las tumbas blanqueadas, a los viejos con pelucas. Es cultivar el radicalismo en el pragmatismo, sentir disgusto por la decadencia y la estrechez de miras, sabiendo al mismo tiempo cómo vivir en los tiempos, saborear la modernidad, aprovechar el entusiasmo fáustico por la modernidad. Ser fascista es tener como compañeros, más allá de toda complicación cerebral, el fuego, el mármol, la sangre, la tierra, el sudor y el hierro. Significa lograr hacer vibrar las cuerdas internas en la frecuencia de los más humildes, rechazando la adulación, la indulgencia, la demagogia y la prostitución intelectual. ¡Ten nostalgia sólo del futuro! El fascismo consiste en fundar ciudades, reclamar tierras y llevar a cabo un proyecto de civilización. Es ver la existencia como una lucha y una conquista, sin resentimientos. Es entregarse a los camaradas, a la propia nación, al propio ideal, hasta el sacrificio extremo. Sí, ser fascista es todo eso con, además, un estilo, una idea de estética, un gusto por el decoro. Se trata de ser elegante y sonreír hasta el cadalso y más allá. » Adriano Scianca, Casapound, nace una belleza terrible.