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Ahogándome en las turbias aguas de la mafia, estoy decidida a encontrar una salida. Tengo la mira puesta en convertirme en productora de cine y no dejaré que nada ni nadie se interponga en mi camino. Luego mi madre se casa con un padrino de la mafia jubilado, y yo tengo como hermanastro al jefe de la mafia griega. Nikolas Stathoulis está empeñado en arruinar mis planes bien trazados. Su reputación despiadada me hace correr por la seguridad de mi apartamento. Pero el siempre está ahí. En el campus. En mi departamento. Esperando que yo juegue con sus reglas. Ojalá pudiera ignorar sus rasgos divinos y evitar que mi corazón diera vueltas al verlo. ¿Dios griego? Bastante. Pero es grosero, exigente y está empeñado en hacerme la vida imposible. Dos pueden jugar este juego... ¿Verdad?

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Declan Estoy destinado a convertirme en el próximo CEO del imperio mediático de mi familia. ¿El único problema? La cláusula de herencia de mi abuelo. Cumplir su último deseo de casarme y tener un heredero parecía imposible hasta que mi asistente se ofreció como voluntaria para el trabajo. Se suponía que nuestro matrimonio sería la solución perfecta a mi mayor problema. Pero cuanto más actuamos con amor para el público, más inseguro me siento sobre nuestro contrato. Preocuparse por Iris nunca fue parte del trato. Especialmente no cuando romperle el corazón es inevitable. Isis Mi plan para casarme con Declan era simple en teoría. Vivir juntos. Organizar una boda. Tener un bebé. Establecimos reglas para prevenir cualquier tipo de problema. Unas reglas que nunca debieron romperse, sin importar cuánto me tentara Declan. Pero ¿qué sucede cuando nuestra relación falsa se convierte en real? Enamorarse nunca fue una opción. Al menos no para mí.

Después de una noche increíble, lucia descubre que el hombre de sus sueños le dio el número de teléfono equivocado. Lo último que esperaba era que él apareciera dos años después como su profesor y supervisor de doctorado. Como si eso no fuera suficientemente malo... el nuevo cliente VIP que acaba de contratarla como su niñera resulta ser nada menos que el mismo multimillonario escurridizo que se hace pasar por profesor en la universidad que pertenece a su familia. No importa cuánto se resistan, la vida sigue uniendo a Lucia y Adrian en un cruel giro del destino. Después de todo, nunca podrán estar juntos. Ella es su alumna. Su niñera. La mejor amiga de su prima. Está fuera de los límites.

Winston Ashford, no exactamente el Príncipe Azul. Arrogante. Bastardo. Espléndido. Lo confundí con un diez cuando resultó ser un menos cinco. Era tan hermoso pero estaba dañado sin posibilidad de reparación. No había comprensión ni amor que pudieran salvar a un hombre que no quería ser salvo. Entonces, después de una noche juntos, con mucho gusto me lavé las manos de él. Hasta que todo salió mal. Mi padre estaba muerto, mi hermana necesitaba ayuda y ya era hora de que me comportara como una hermana mayor responsable con un plan. Desafortunadamente, mi plan era un poco... deficiente. Cuando me pillaron robando con las manos en la masa en mi nada maravilloso rollo de una noche, Winston Ashford se propuso someterme a su voluntad. Resultó que era tan despiadado como hermoso y tan cruel como tierno. Obligado a un acuerdo no deseado con ese bastardo arrogante (de esos que requieren anillos), mi apellido pasó a ser el suyo. Me convertí en su reticente pero, afortunadamente, esposa secreta. Desafortunadamente, se convirtió en el hombre que, sin saberlo, tenía todas las cartas. Al menos tomamos caminos separados incluso si legalmente todavía estábamos unidos. Seis solitarios años después, nuestros caminos se volvieron a cruzar. Todavía había una oscuridad dentro de él que me asustaba hasta lo más profundo. Afirmó que quería un matrimonio real. Que era un hombre cambiado. Pero en el fondo, seguía siendo el mismo: dañado por luchar contra cicatrices invisibles y hábitos que eran difíciles de romper. Él me salvó una vez. Ya era hora de que lo salvara. ¿Pero qué pasaría cuando no fuera suficiente?