Pecados placenteros de EVA MUÑOZ

Nueva actualización de Datos sobre saga pecados placenteros y Dominio

Adelanto de IMPERIUM Emma y Death

Papi no vino pero tío Reece quiere apagar esa vela contigo 🥹🥹

Lujuria Christopher Morgan y Rachel James

Resumen live de Eva del 6 de noviembre

Lujurias Tomo 2 estara disponible a partir del 5 de diciembre

—En el nombre de Dios, el Todopoderoso, el que nos dio su Hijo Jesucristo para redimirnos del mal, y por la autoridad que nos confiere la santa Iglesia —espeto— Te conjuro, espíritu maligno, a que te retires de este cuerpo que has poseído con tus sombras y maldad… —¡Diga la verdad, padre! —me grita— ¡Dígala! Los ojos blancos se tornan negros y la dientes perfectos van perdiendo color. —Toda la hueste celestial, los ángeles y arcángeles, los santos y santas, interceden en este momento por esta alma atormentada… De nuevo me lleva a un lado y se trepa sobre mí, los arañones a mis brazos se sienten como cuchillas afiladas. —¡Diga la verdad! —me vuelve a gritar— ¡Confíense lo que le hizo…! —Que la luz divina descienda y disipe las tinieblas que te envuelven —sigo— En nombre de la Santísima Trinidad, te arranco de las profundidades de esta alma y te arrojo al abismo que es tu morada… —¡Dígalo! —me grita mientras empuño el crucifijo que tengo en el bolsillo— ¡Dígalo! Los vidrios se vienen abajo, por más que intento apartarlo no puedo, es como un maldito animal sobre mí el cual no deja de golpearme y gritar, exigiendo que hable, las fuerzan empiezan a flaquearme cuando las fuerzas se multiplican y empiezan a asfixiarme, sus pies quedan sobre mi pecho y sus garras desprenden la piel de mis brazos. Los habitantes del pueblo no me pueden quitar de encima y no se va ni con los disparos, le doy pelea con todo lo que tengo y ni con eso se me quita. —¡Di la verdad, cerdo! —sigue— ¡Habla! Me encuella y estrella contra el piso una y otra vez, los arañazos siguen, los chillidos y gritos que me hacen sangrar los oídos, el hombre de negro me mira a un lado, sin dejar de reír en lo que la mujer que tengo encima sigue soltando arañazos. —¡Diga la verdad! —sigue con los gritos. Los chillidos no los soporto, la rabia, la fuerza y ganas de matarme que… —¡Lo mate! —le grito— ¡Los mate a todos, a los soldados, al enemigo y a tu marido! Los golpes cesan y la cosa que tengo encima suelta a reír con ganas. —Oh, como me gusta cuando dices la verdad querido hijo —me toma del cuello— Quítate este maldito traje y sal de aquí, que no eres hijo de Dios ¡Eres hijo del diablo! El agarre se afloja y la mujer sobre mí cae a un lado desmayada, las personas que alcanzaron a entrar me miran y agitado maldigo para mis adentros cuando todo el mundo me acribilla con los ojos. Me levanto, la mujer que cayó se despierta preguntando que diablos pasó, la comunidad de la iglesia empieza a rodearme y me abro paso entre ellos con el mentón en alto, mate porque estaba aburrido y no me arrepiento de nada. Aquí estaba a la espera del dinero que el ejército tenía que darme. —Te veo en el infierno querido hermano —me dice el hombre de negro que pasa por mi lado. Desaparezco y días después vuelvo, a quemar casas y a llevarme a la mujer que tenía el diablo adentro.